viernes, 31 de julio de 2009

Ojear vacío...

Ando bajo tierra.
Adïós, amar.
Aquí, no se puede,
ya ni respirar.

Miradas vacías,
y en el suponer
toda entraña hallada
cierta como el ver,
vïaja sïempre
en un no querer.
Violín y tambor
hieren más al ser.

Entusiastas miran
pero ya en el ver
hayan la tristeza
y el dolor también.

Y sin puerta ajena
a la que robar,
el mundo se cierra,
el sólo llorar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario