Viven los ríos de muerte.
Muere el flujo de las flores en el valle.
Y te quise pedir tu alma,
tu con(s)ciencia.
Vi el matiz de la cara de la uerte.
Vi las Maravillas inexistentes
de una parte de algún sitio.
Vi la esencia.
Vi el condimento de la felicidad.
Vi el ver.
Vi el ser.
Vi el caminar.
¿Vislumbraría el vivir
viviendo la vida
y el malvivir?
No hay montaña en antítesis.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario